Retomo el blog
Después de 3 años sin actualizarlo, vuelvo a retomar el blog. Os cuento mi experiencia durante mi ausencia.
Desde el 13 de abril de 2021 no subía un artículo al blog. Por aquel entonces, estábamos aún sufriendo los coletazos del COVID. En clase aún llevábamos (los docentes de infantil, los peques no) mascarilla.
Estaba en un 5 años en el CEIP Miguel de Cervantes de Marbella. Seguro que el curso más extraño que hemos vivido todos los docentes.
Ese curso le di fuerte al blog. Además de subir todas las sesiones del grupo de trabajo, empecé con el podcast «Cuéntame un podcast», que también aparqué. Pero decidí hacer un parón.
El motivo, las oposiciones.
El curso 2021/2022 estuve también en el CEIP Miguel de Cervantes, esta vez en Fuengirola. Compaginaba la tutoría de 4 años con estudiar e ir al preparador. No podía dedicarle el tiempo que se merecía el blog.
El resultado, puesto 6 en el tribunal pero 3 plazas.
Para el siguiente curso, el 2022/2023, estuve cerca de casa, el CEIP Mariana Pineda de Benalmádena. Pensé en retomar el blog y el podcast, pero como no tenía clase propia al estar de apoyo, y además, muchas veces tuve que sustituir en primaria, me lo tomé de relax.
El curso pasado, el 2023/2024, tuve la suerte de ser tutor en un 5 años en el CEIP José Banús de Nueva Andalucía (Marbella). Pero, era año de oposiciones, y encima, una convocatoria de lo más extraña. Si supuestos prácticos, todos pasábamos al examen oral sin saber la nota, cambiábamos la programación por una situación de aprendizaje, el examen oral empezaba dos días después del escrito…
Tampoco era el mejor momento para retomar el blog.
Tengo que reconocer que es la vez que más me he esforzado, desde que me presenté y aprobé por primera vez las oposiciones sin plaza en 2005 (creo, ya he perdido la cuenta)… y la que menos nota he sacado en el escrito.
¿Por qué os cuento todo esto?
Este curso pasado ha sido muy duro. Y aunque estoy orgulloso de todo el trabajo que he realizado, me ha hecho plantearme muchas cosas.
En Villa Banús (así se llamaba el proyecto) éramos 10 docentes de infantil. De los cuales, 9 de ellos éramos interinos. Tenía 2 compañeras interinas por encima de los 60 años. Y además de ser unas grandísimas profesionales, eran felices.
Esto me ha hecho pensar que la vida no es lo que hay entre oposiciones y oposiciones. No es posible, al menos yo no puedo, disfrutar de mi profesión y prepararme para sacar una de las 3 mejores notas de un tribunal, cuyo proceso es subjetivo.
Mi felicidad y mi vida no pueden depender de un sistema de corrección tan injusto.
Así que he decidido disfrutar al máximo esta profesión tan bonita y compartir lo que hago, olvidándome de las oposiciones y estudiar por estudiar. Ahora me formaré para mejorar como docente, no para memorizar y vomitar un tema.
Así que retomo el blog, no sé cada cuánto tiempo publicaré una entrada del blog, pero sí que lo haré por placer, por compartir con otros docentes de infantil y leer vuestros comentarios tan enriquecedores.